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Huelga de hambre contra la política energética de Alemania

El activista Wolfgang Metzelder-Kick 'Wolli' dibuja el día número 33 en huelga de hambre contra la política energética de Alemania.

Aldo Mas

Berlín —

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Wolli atiende a elDiario.es el día que cumple 33 jornadas en huelga de hambre. “Se me van las ideas de la cabeza, es difícil mantener una conversación”, explica este hombre de imponente estatura. A sus 49 años, este ingeniero se ha convertido en uno de los militantes contra el cambio climático más conocidos de Alemania.

A este diario, Wolfgang Metzelder-Kick o 'Wolli' como lo conocen sus compañeros de militancia, no da muchas más explicaciones. Pero sí accede a dejarse fotografiar mientras pinta en un panel un palito que señala el número de días en huelga de hambre. 'Wolli' está de huelga de hambre desde hace ya más de un mes frente a la Cancillería Federal, donde acude a trabajar el jefe del Gobierno alemán: Olaf Scholz.

Frente a la Cancillería Federal, Wolli y un pequeño grupo de activistas han levantado un campamento compuesto por varias carpas donde los activistas tienen cuanto necesitan para pasar el día y para acompañar también a Richi – otro activista en huelga de hambre desde finales de marzo –. Un médico está supervisando el estado de salud de ambos cada dos días.

Los dos se han puesto en huelga de hambre para pedir seriedad al Gobierno de coalición, formado por socialdemócratas, ecologistas y liberales, que dirige Scholz. Wolli y Richard Cluse – 'Richi' – dieron una rueda de prensa hace unos días. Se les vio entonces posar frente a la Cancillería Federal con un cartel en el que se leía: “¡Pasaremos hambre hasta que seáis honestos!”.

Los dos explicaron ante los medios de comunicación que su decisión de no comer sólo se podía revertir si “la verdad salía a la luz”. La verdad, a su entender, es que “la continuidad de la existencia de la civilización humana está extremadamente amenazada por la crisis climática”. “Debemos cambiar radicalmente de rumbo ahora, aunque sea con años de retraso”, decía Wolli, interpelando a los responsables de la política del Gobierno de Scholz.

Así lograba expresarse Wolli cuando su huelga de hambre no le impedía formular frases largas. Desde hace unos días, sin embargo, el cuerpo de Wolli empieza a “mostrar señales de debilidad”, según indicaban en el diario berlinés Die Tageszeitung, de línea editorial cercana al partido Los Verdes. Hay que tener en cuenta que, según han explicado a los medios los doctores que acompañan a los dos activistas, sólo en casos extremos se sobrevive a una huelga de hambre de hasta 50 ó 70 días.

El grupo de activistas de 'Scientist Rebellion' son conocidos por haber protagonizado numerosas acciones con las que llamar la atención ante los efectos del calentamiento global. En uno de los documentos en los que presentan sus objetivos se lee como principal reivindicación que los políticos reconozcan que “las cantidades de dióxido de carbono en el aire son demasiado elevadas”. “Ya hay cientos de gigatoneladas de dióxido de carbono en el aire”, circunstancia por la cual se pide al Ejecutivo alemán “cambiar de rumbo”.

En las paredes exteriores de las carpas que sirven de campamento a los activistas hay pancartas en las que se leen mensajes que interpelan directamente al canciller Scholz. “¿Dónde está el canciller climático?”, se preguntan. La expresión “canciller climático” alude a las políticas del jefe del Gobierno alemán en materia energética y de protección climática.

Scholz habría querido llevar con orgullo ese apodo. Pero ha tenido que enfrentarse a no pocas críticas por su acción en ese área. Hay datos que avalan la incapacidad de su coalición de frenar las emisiones tal y como quisieran en el Ejecutivo.

Alemania emitió en 2023 la menor cantidad de gases de efecto invernadero en 70 años

El objetivo que se ha puesto el Gobierno alemán en el sector de tráfico de reducir las emisiones a 85 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2030 parece imposible. En 2022, el tráfico supuso 148 millones de toneladas, de acuerdo con las cuentas presentadas por el diario capitalino Berliner Morgenpost. Esa cantidad supera en varios millones de toneladas los objetivos del Gobierno.

Por estos datos, las asociaciones de defensa del medio ambiente, Acción Medioambiental de Alemania (DUH, por sus siglas alemanas) y la organización ecologista BUND, llevaron al Ejecutivo ante los tribunales. A finales del año pasado, el Tribunal Administrativo Superior de Berlín-Brandeburgo dio la razón a esas organizaciones. Según dicho tribunal, Scholz y su Gobierno terminaron 2023 infringiendo la Ley de Protección del clima, una norma que tiene ahora al Ejecutivo maniobrando para cambiarla. La idea de Scholz es mejorar el modo en el que contabilizar las emisiones y las acciones para reducirlas en caso de que se excedan los límites previstos en los objetivos del Gobierno.

El compromiso de la coalición que dirige Scholz prevé que Alemania sea un país neutral desde un punto de vista climático en 2045. Un reciente estudio del think tank Agora Energiewende, un centro de estudios con el foco puesto en la transformación energética de Alemania, daba cuenta a principios de este mes que, en 2023, Alemania emitió 673 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, 73 millones de toneladas menos que en 2022.

Recogida y envío de firmas a la Cancillería Federal

La cifra de 2023, según indican en Agora Energiewende, es la menor de los últimos 70 años. Detrás de esa reducción de las emisiones, además del impulso de las energías renovables del Gobierno de Scholz – en 2023 las energías verdes representaron el 55% del mix energético germano –, también está la reciente desaceleración económica del país, de acuerdo con las explicaciones que han dado en Agora Energiewende.

Wolli, Richi y el resto de activistas no parecen tener en cuenta la reducción de emisiones de la que da cuenta el estudio de Agora Energiewende. De hecho, han seguido con su huelga de hambre pese la publicación del citado informe.

Todos los días, una persona del grupo de activistas que acompañan a Wolli y Richi en su huelga de hambre lleva hasta la garita de seguridad de la Cancillería Federal un formulario con firmas de personas que se acercan al campamento para mostrar su apoyo a la causa de 'Scientist Rebellion'También todos los días, una patrulla de policía habla con los activistas en una interacción ya convertida en una rutina del campamento.

“En principio, vamos a estar aquí hasta mayo, mes en que, por lo visto, las autoridades han dado permiso para que haya otros eventos justo donde estamos acampando”, explica a elDiario.es una activista del campamento. “Nosotros queremos quedarnos más”, añade, poco después de que Wolli haya puesto el palito número 33 en el tablón que anuncia cuántos días lleva en huelga de hambre.

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